La Cabra Flamenca y Canel Roll, dos lugares donde no volveré a ir

¡Hola a todo el mundo!,

    Hoy voy a mostraros una entrada muy diferente a lo que se suele ver en mi blog. En estos tiempos que corren, donde la información está en todos lados y llega hasta los lugares más inhóspitos, quiero aportar una pequeña vivencia que tuve porque a lo mejor el posible lector o lectora le haya ocurrido lo mismo que a mi.

Empezaré por el principio, como debe de ser:

    Hace cosa de una semana estuve en Jerez de La Frontera (Cádiz), concretamente en el centro comercial llamado "Area Sur". Después de estar un rato dando vueltas y viendo tiendas, decidimos ir a tomar algo. Tras varias propuestas se terminó por ir a "Canel Roll".

    En este establecimiento hay que guardar cola para hacer tu petición, pagarlo en el momento y tu mismo lo debes de llevar a tu mesa. Por ahora la cosa va bien, pero cuando servidora, después de esperar su turno en aquella cola le toca pedir, la camarera pregunta quien le toca. Me dispuse a levantar la mano como señal que era mi turno, pero un señor mayor se coló y por consiguiente la camarera le atendió. Bueno, por ahora esto puede pasarle a cualquiera, aunque la camarera te tenga enfrente y tu hayas dicho y gesticulado que era tu turno y que era imposible que no te viera, es normal, la chica puede que estuviera aturdida con el bullicio.

    Cuando termina de atender al señor, pregunta de nuevo a quién le toca. Yo permanecí en mi sitio, no me moví nada y volví a manifestar que era yo y esta vez levanté algo mi mano en señal "¡Eh, estoy aqui!". Me preguntó qué es lo que iba a tomar y tras oirlo se dispuso ha servirme. Mi comanda fue: Un rollo de canela con manzana y salsa de caramelo y un té rojo.

   Preparó el rollo de canela con manzana y salsa de caramelo y lo llevó cerca del microondas (donde lo dejó a un lado en espera ya que había otro rollo de canela dentro) y acto seguido se metío en la habitación donde preparan las comidas rápidas que hay en el establecimiento y no supe más de ella. A mi me sorprendió el acto de llevar el rollo de canela al micoondas, más que nada porque yo ya había comido en un "Canel Roll" pero en otro lugar. Supuse que los rollos de canelas eran de hace días y que su objetivo era reblandecer dicho dulce.

   El microondas quedó libre al nada de ella desaparecer y tras 15 minutos esperando y viendo como gente que había llegado más tarde que yo eran atendidas ipso facto me empecé a sentir muy incómoda. De pronto, salió de la habitación e introdujo el rollo de canela en el microondas. Se acercó a la barra y se puso delante mía y comenzó a buscar con la mirada a alguien, yo alucinaba cada vez más porque resultaba que a quien buscaba ¡¡¡era a mi!!!. Increible pero cierto, pues yo seguí clavada en el mismo sitio, no me moví.

   Me preguntó que era lo que iba a tomar y le contesté que un té rojo, a lo que ella me respondió que no había té rojo, que tenía que ser un té clásico (En la carta de este lugar dice: "Té clásico (con limón o con leche)", pues nunca te lo sirven como dice la carta). A mi me dió igual y le dije que me pusiera el té clásico.

   Puso la taza de "té clásico" en la bandeja y sacó el rollo de canela del microondas para ponerlo también en la bandeja. Le pagué y por fin me pude ir a la mesa con mis amigos, los cuales me esperaban desde hacía rato. Las sorpresas no terminaron, que va. Cuando miré el contenido de mi taza me fijé que era rojizo, miré la etiqueta del té y sólo ponía la marca del té, pero era de color rojo, al igual que el contenido de mi taza. Lo probé y le dije a mis amigos: "Me ha puesto té rojo" y en efecto, me sirvió un té rojo, el cual supuestamente no tenían y que milagrosamente había aparecido en mi taza. Me dispuse a probar el dulce y ....., estaba algo duro, el centro estaba blandito pero la parte exterior estaba algo dura y de salsa de caramelo nada de nada, dos o tres gotitas literalmente. En efecto el rollo de canela era de hace unos días y claro, para reblandecerlos lo ponen al calor como si de un trozo de pan se tratase.

   Un amigo se pidió un rollo de canela con crema de café y virutas de chocolate y cuando se lo sirvieron se encontró con un rollo de canela ahogado en una especie de sopa de café (eso es lo que pasa cuando metes un rollo de canela con su crema por encima, que la crema se derrite cuando la crema debe ser dispuesta después de darle calor al rollo de canela de hace unos días), y para más inri las virutas de chocolate eran granos de café.

   En definitiva, que no voy a volver. Entiendo que la camarera que me sirvió estaría harta de estar de arriba para abajo, el trabajo en hostelería es agotador, eso es así y no lo discuto, o puede que tuviera un mal día, no se somos humanos, pero también es verdad que yo estaba delante de sus narices todo el rato y que no me atendió bien, por lo menos para mi no.

   El otro establecimiento que os quiero mencionar y haceros partícipes de mi crítica es la tienda "La Cabra Flamenca", un lugar donde me encantaba ir y que gracias a su dependienta no voy a ir ni aunque se pongan a regalar todo el stock que tienen.

   Pues bien, estaba en El Puerto de Santa María dando un paseo y pasé cerca de esta tienda, así que decidí entrar en ella. Estaba observando lo que había y de pronto escucho a la dependienta hablar con una pareja de clientes que se notaba que eran turistas. Seguí a lo mio, pero entonces es cuando escuché que han estado a punto de cerrar porque hay mucha competencia y porque nadie entra. La señora dependienta siguió hablando y fue entonces cuando soltó lo que supondría para mi el no entrar más en esa tienda. La dependienta dijo: " Esta tienda es para mujeres que trabajan y quieran vestir bien" y remató con un broche final tan reluciente como su falta de humildad, "¿y que mujer de El Puerto trabaja?.". Salí del establecimiento inmediatamente, me sentí muy ofendida por tales comentarios. Es verdad que con la crisis que hay hoy en día, uno de los sectores que más sufre el tema de los despidos e incluso la no contratación es el sector femenino, eso es una realidad, pero que una dependienta cuyo objetivo tiene que ser que entre gente al establecimiento y vender, creo que no es correcto que suelte lo primero que se le pase por la boca y menos a gente de fuera de la ciudad, del país y del planeta, ¡¿pero que imagen estamos dando?!, lógicamente la que no es.

   Que no entren clientes a su local puede que sea por lo precios tan altos que tiene y por dependientas como ésta, que al parecer si no vistes con la ropa de esa tienda no vistes bien y si no trabajas no puedes tener unos ahorrillos o una paga o que te toque la lotería y quieras gastarte tu dinero en esa tienda. Parece que cada vez toma más fuerza el clasismo en este país.

    Si ella piensa así, pues muy bien pero que se lo quede para ella mientras trabaja, pues vuelvo a recarcar que su objetivo es vender y no despreciar al resto. Fue un comentario que no estuvo bien decirlo y menos en los tiempos en los que corremos donde la población está cada vez tomando más conciencia de la situación y actuando más. No me extraña que no entre nadie, si tu tienda va dirigida a un público con un nivel de vida medio-alto se debería haber puesto en otro lugar, es más, con dependientas que hablan de este modo, ¿qué no han dicho a otros clientes?, como si fueran amigos de toda la vida cuando son eso, clientes y no amigos con los que hablas en una terraza.

   En definitiva, una total desilusión con ambos lugares en donde han perdido a una cliente. Humildad, respeto, tolerancia y saber cual es el puesto de cada uno.

Nos vemos en mi próxima entrada.