Hace un par de semanas, estando en una tertulia con unos amigos sobre la oralidad y la escritura me di cuenta de que este tema sigue despertando interés en todas aquellas personas que, independientemente del conocimiento que posean, son amantes de la palabra.
La
tradición oral siempre nos ha servido como una herramienta educativa y de divulgación. La
oralidad es algo que está intrínsecamente relacionado con el ser
humano, la forma de hablar, el lenguaje corporal, el tono que se
emplea, todos estos factores están unidos a la educación, pues es
algo que se enseña en el día a día.
En la
actualidad ésta oralidad se está perdiendo cada vez más, ya no
solamente porque se le ha ido relegando a un segundo plano,
otorgándole un papel primordial a la escritura, sino también porque
se ha perdido esa tradición de sentarnos alrededor de una persona
para escuchar lo que tenga que contar. Este último factor es debido
al tipo de sociedad que somos hoy en día, una sociedad estresada y
siempre con prisas.
Asimismo,
las nuevas tecnologías han contribuido aún más a que la escritura
siga permaneciendo en esa posición privilegiada. Aunque también
habría que señalar que gracias a los videoblog realizados por
personas que desean difundir sus conocimientos o simplemente sus
vivencias, están en cierta manera contribuyendo a que la oralidad
esté ganando terreno a las típicas publicaciones escritas, ya sean
en blog (como es mi caso) o en cualquier otro formato.
A
pesar de existir esa pugna entre oralidad y escritura, ambas están
íntimamente relacionadas, pues la una no podría estar sin la otra.
Se necesita la oralidad para transmitir y difundir de una manera más
cercana y amena, sobre todo aquello que no ha sido todavía escrito
pero que si ha sido divulgado de generación en generación, y se
necesita la escritura para asegurar de que nunca se olvidará todo lo
que nos quieren enseñar.
¿Qué opinas sobre la tradición oral y la tradición escrita?
Nos vemos.
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