Después de dos semanas de descanso vuelvo con fuerzas y que mejor forma de volver que ofrenciéndoos un poco de lo que más me encanta, Historia. En esta ocasión os traigo una parte de un trabajo que realicé hace ya varios años y el cual trataba sobre el Cine en España a finales del siglo XIX. Espero que os guste al igual que me fascinó a mi el realizar este trabajo.
Los Inicios del cine en España
Las primeras imágenes en
movimiento que llegaron a España fueron traídas en 1895 de la mano
de
Edison, el cual presentaba su
Kinetoscopio en Madrid, pero
debido a que el visionado de las imágenes debía de ser de manera
individual, el artilugio tuvo poco éxito. En 1896 llegará a España
el
Animatógrafo de
Robert W. Paul. En esta ocasión el
visionado de las imágenes era de manera colectiva ya que se podía
proyectar sobre una pantalla.
En mayo de ese mismo
año,
Alexandre Promio, representante de los hermanos
Lumière,
llegará a España con el fin de mostrar el innovador invento, el
Cinematógrafo. Las primeras proyecciones
son visionadas por personas pertenecientes a la clase alta de la sociedad. Al poco
tiempo de ser expuesta a la alta alcurnia se muestró a todo el
público.
Se comenzarán a
organizar sesiones y pronto el cinematógrafo será visto para los
empresarios como un buen negocio en el que se debía de invertir. Al
tiempo, se darán cuenta que necesitarán abordar otras cuestiones que
no fueran documentales y reportajes. De este modo se comenzó a
desarrollar los llamados “cine-parlantes” (cine con sonido), con
argumentos sencillos y que eran producciones más económicas.
Hasta 1905 el
cinematógrafo no alcanzará su verdadera autonomía como
espectáculo.
Durante 1910 se producirá
una gran actividad cinematográfica en Cataluña, debido a esto, el
cine que se producía en Madrid quedó relegado a un segundo plano. Será
en 1920 cuando comience a surgir con mayor fuerza las producciones
madrileñas proponiendo zarzuelas, pero al observar que el público no
respondía como se esperaba se optó por cambiar y realizar
producciones de obras literarias.
El problema que siempre
ha tenido el cine español es la falta de financiación, al igual que la falta de una
política que sirviera para defender los derechos y productos del
cine español en su propio mercado.
A partir de 1930
comenzará el decaimiento del cine español debido a la inestabilidad
política. La dimisión del general Primo de Ribera, la
llegada de la Segunda República, la fundación de la Falange
Española y los conflictos internos del país hará que la situación
sea insegura. Pero en 1931, con la Segunda República el mercado del
cine español se abre hacía países de habla hispana, produciendo
que ese mismo año se celebre el Congreso Hispano-Americano de
Cinematografía, en el que se aboga por la ayuda al cine frente a
las producciones norteamericanas y por el desarrollo, cooperación y
protección del cine entre países de la misma lengua.
La llegada del sonido al
cine provocará una gran revolución para esta industria. En España
no se realizarán películas sonoras hasta 1931-1932, años en donde
los directores como Francisco Elías se desarrollan en esta
innovadora parcela. Debido a que en nuestro país había una
precariedad en el ámbito de los equipamientos y de las
infraestructuras, muchos directores españoles deciden irse al
extranjero (Francia, Londres, etc.…), allí no sólo rodarán las
películas sino que también se ahorraran el dinero que supondría
adaptar una sala en España con los nuevos avances. Gracias a la creación de los Estudios Orphea
en Barcelona se comenzó el proceso de adaptación de las salas para
producir cine sonoro.
El cine sonoro también
repercutirá en la animación. En 1930 se fundará la Sociedad
Española de Dibujos Animados, cuyos precursores fueron Joaquín
Xaudaró, Ricardo García López y Antonio Got. El
primer dibujo animado mudo que se realizaría es La rata primero
de 1932 y la primera película animada sonora sería La novia de
Juan Simón de 1933. Habrá algunos proyectos que no finalizarán
su realización, como En los pasillos del Congreso, caricatura
donde refleja el Estado Democrático y permisivo que había antes de
la Guerra Civil. No será hasta dentro de dos años (1935) y por la
influencia de las producciones rusas cuando se hagan muñecos
articulados y tridimensionales. Esta innovación se verá en
películas como: Arte, amor y estacazos de 1935 y en Pipo y
Pipa en busca de Cocolín de 1936. Pero la Guerra Civil
interrumpiría el desarrollo de este sector.
En 1933 se creará el
Consejo de la Cinematografía, el cual velará por el cine
español al igual que buscará soluciones a los problemas
comerciales, sin olvidar que establecerá unos impuestos abusivos que
serán rechazados por todo el mundo.
La Guerra Civil provocará
la paralización de las producciones cinematográficas españolas y
que muchos de los directores y artistas tuvieran que migrar hacia otros países
con sus trabajos para así finalizarlos o para seguir con su
trayectoria profesional.
Ahora que sabemos un poco más sobre la historia del cine en España, ¿qué os parece la situación que tiene el cine en pleno siglo XXI con respecto a la situación que había en el siglo XIX?.
Nos vemos pronto.
Fuentes:
- García Fernández, Emilio C.:
El cine español entre 1896 y 1939, Barcelona, Ariel Cine,
2002.
- Gubern Román: Historia del
cine español, Madrid, Catedra Signo e Imagen, 2004.