Hace unos meses, cuando terminé de leer "El Día del Relámpago" de J.J. Benítez, me puse a mirar por internet las distintas teorías sobre los viajes en el tiempo. Yo ya sabía algo sobre este campo de la ciencia, no lo suficiente para hacer una tesis doctoral pero si lo bastante para iniciar una conversación. Tras estar un rato navegando por la red, y leyendo foros sobre la temática del espacio-tiempo, encontré una información que me llamó mucho la atención. Puede que no sea nada del otro mundo y que muchas personas ya sepan de ello, pero yo en ese momento no lo sabía.
Leí y releí sobre la novedosa información que hallé, y para seros sincera, desde entonces he querido compartirla con ustedes, pero entre que también tengo otros temas en mente para escribir y publicar posteriormente y bueno, en definitiva, que hay veces en la vida que no siempre puedes realizar las cosas cuando una quiere, así que se fue quedando atrás hasta hoy.
La información que encontré y la cual quiero compartir es sobre medir distancias en el cielo con nuestra mano. Se que alguien puede que se haya disgustado con lo que resultaba ser la información que yo había encontrado, pero a mi personalmente me pareció muy interesante y sobre todo, se trataba de algo que desconocía por completo y que ahora puedo decir abiertamente que conozco.
¿Nunca os habéis preguntado qué distancia habría de un estrella que estáis mirando a la luna? (por ejemplo). Yo sí y también preguntarme que distancia habría entre un planeta y la estrella que hay cerca de él.
Con nuestra mano podemos medir en grados las diferentes distancias que hay entre las estrellas y planetas para guiarnos y facilitarnos en la tarea de encontrar e incluso medir constelaciones. Asimismo, también sirve para identificar estrellas o planetas a través de las estimaciones de las posiciones en el cielo.
En un principio hay que mencionar que la labor de medir ángulos entre dos puntos u objetos como estrellas, astros (sol, el horizonte) o los puntos de una costa, se realizaban por medio de la utilización del astrolabio, que con el tiempo fue sustituido por el sextante y que actualmente ha sido sustituido por los satélites. Pero no todo el mundo tiene un astrolabio, sextante o satélite (o puede utilizarlo siempre que quiera), por ello existe otro modo, y es empleando una mano. En la imagen se ve claramente las mediciones correspondientes respecto las posiciones de la mano. También se necesita un mapa celeste para ayudarnos en la tarea de encontrar nuestro objetivo.
(Tabla de mediciones para el cielo)
Estoy deseando poder ir a la playa o al campo a media noche para poder "intentar" encontrar constelaciones. Espero os haya gustado y que hayáis aprendido algo más (y para los que ya lo sabíais, refrescaroslo).
Nos vemos pronto.
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