Si hay que calificar con una sola palabra el XIV Salón del Manga de Jerez de la Frontera, esa sería "cambio". Este año me ha sorprendido la transformación que ha tenido el Salón, y para bien. En primer lugar, la organización del evento se ha acercado más a la forma más correcta o cómoda de distribuir los distintos stands y actividades que se llevan a cabo a lo largo de los tres días que dura. No es que antes estuviera mal sino que resultaba muy complejo, casi agobiante y desorientativo el como situaban cada una de las zonas. También tengo que decir que la estructura y distribución del edificio no ayuda mucho, todo hay que decirlo.
Este año ha tenido mayor afluencia de gente y lo que me ha gustado es que he visto a más familias ir juntos, más padres e incluso abuelos acompañar a sus hijos y/o nietos, y que además, estos últimos fueran "disfrazados" de su personaje favorito. Sinceramente, me gusta ver como cada vez se acepta más un conjunto de aficiones que hace unos cuantos años era considerado como para gente rara.
Los cosplay han dado el toque esencial que siempre dan en cualquier Salón. Ha habido de todo, cosplay muy trabajados, cosplay no tan trabajados y cosplay nada trabajados. Sigue habiendo una gran variedad de personajes y, a pesar de que se organizó un récord de cosplay de Naruto, no vi apenas gente caracterizada con los personajes del manga. No sé si la organización habrá conseguido su objetivo, ya que estaba dispuesto que fuera el sábado 16 de Marzo a las doce de la mañana y yo llegué poco después, así que no se como fue el resultado final.
(Fotos realizadas por RandomSpain)
En lo referente a las proyecciones y conferencias/charlas he de decir que ha sido el punto flaco de este Salón. A pesar de que hubo la proyección del documental "Songokumanía", realizado por "El Capitán Urías" y una charla realizada por Jesulink, autor de Raruto y 5 Elementos y mangaka español reconocido por todo aquel que lee sus obras, la organización no ha sabido cuidar bien este espacio. En años anteriores la sala de proyecciones contaba con una amplísima parrilla de animes y OVAS, sobre todo animes. Las conferencias/charlas eran variadas y más relacionadas con la temática japonesa (cultura, viajes, sociedad, etc...), y para guinda del pastel, contaba con la asistencia de Jaime Roca y algunos dobladores más de la serie One Piece. En cambio, este año, y sin menospreciar a toda persona que haya realizado alguna conferencia/charla y los que hayan organizado la sección de animes, tanto de este año como de años anteriores, mi opinión es que no me ha gustado, ha sido muy flojo. Creo que esta sección debe ser llevada de diferente modo, creo que no deben ser ni un puñado de animes/charlas elegidos al azar pero tampoco algo muy recatado e incluso que de la imagen que es algo socorrido, como si fuera algo ideado de último momento. Esperemos que mejore para el próximo Salón del Manga de Jerez.
(Bolas de Shenron, Dragon Ball)
La zona de videojuegos es donde se ha lucido de verdad el Salón este año. PS3, Xbox360, Nintendo 3DS, Wii, de todo para disfrutar de unas cuantas partidas. Y lo más de lo más fueron las máquinas recreativas, un gran acierto en donde le pongo un 10.
(Imagenes de la zona de videojuegos nada más llegar al Salón del Manga de Jerez)
Los talleres y zonas de juegos de rol de mesa siempre están ahí y no he visto un gran cambio por esas secciones. ni tampoco en las exposiciones, que este año ha sido sobre personajes hechos en papel, las armas ninjas, pokémons, etc...
(Yoshi, personaje de Mario Bros)
Y por último, los stands de merchandising, cuyo número ha disminuido, y no hay que olvidar los stands de comida típica japonesa y de dulces japoneses, una verdadera delicia. Yo, como friki de toda comida rara o curiosa, o que simplemente nunca he probado, tenía que probar algo, aunque fuese un simple caramelo. Como la economía no me acompañaba para comprar un delicioso ramen o probar los takoyakis hechos delante tuya en el instante de comprarlos, me decanté por los dulces (pensando que iban a ser más baratos, y en realidad lo son en comparación con los platos mencionados anteriormente, pero sólo algunos productos dulces), y sí, después de estar media hora delante de aquel paciente y amable japonés y tras probar un trocito de mochi por un amable muchacho que se ofreció a darme un trocito para saber si me gustaba (si alguna vez ves este blog y te das cuenta que me estoy refiriendo a tí, te doy las gracias desde aquí, ya que te perdí de vista y no pude darte las gracias, ¡¡¡muchas gracias!!! ^.^ ) y un bombón de fresa que me ofreció el propio dependiente del stand, es decir, el paciente y amable japonés. Al final decidí comprarme lo que veis en la foto: Un paquete de tres mochi para que lo probaran en mi casa y para probarlo mejor yo, una cajita de bombones que escuché que sabían como a dulce de leche y una cajita de galletas de koalas rellenas de fresa. Se que posiblemente estaréis pensando que porqué no compré al final los bombones de fresa, la razón es simple, las galletas de chocolate de koala no me gustaban o eso deduje en ese momento, ya que el año pasado probé las galletas del panda relleno de chocolate (que son parecidas a las del koala) y no me hicieron mucha gracia, en cambio las galletas del panda con sabor melón sí, cosas de la vida. En fin, que pensé, mochi de mango, bombones de fresa y galletas rellenas de fresa, y la verdad es que no me hizo mucha gracias tanta fresa, así que elegí los bombones con sabor a dulce de leche para probarlos porque, como ya he dicho anteriormente, me gusta probar cada vez que puedo cosas diferentes. En la próxima entrada expondré mi opinión sobre los dulces que compré, además de poner fotos para que los veáis.
(De izquierda a derecha, galletas de fresa de Koalas y caramelos de dulce de leche.
En primer plano, mochis de mango)
En conclusión, me ha gustado el Salón de este año y para el próximo espero poder volver y disfrutar del Salón Manga de Jerez de la Frontera.
P.D.: Si algún miembro de la organización lee este post, a ver si con la entrada (que ha subido este año) regaláis aunque sea una chapita o un póster, que menos, ¿no?.
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